Se dispara la demanda de coachs. Abonan esta situación, algunos programas de TV, algunas empresas, algunos directivos, algunas federaciones deportivas y algunos deportistas. Estas peticiones es muy probable que no se fundamenten en el conocimiento, sino que más bien respondan al descubrimiento de algo aparentemente novedoso que trabaja lo personal sin el estigma que acompaña a la psicología. No es lo mismo, ni tiene el mismo impacto, decir tengo coach, signo de modernidad, que tengo psicólogo, informe o proclama de candidato a loco o trastornado, que genera dudas para la dirección de su vida y de cualquier organización en la que preste sus servicios. Trabajar con un coach se interpreta como apoyo de un colaborador y trabajar con un psicólogo muestra debilidades y deficiencias, absurdo pero cierto.
Pero, ¿qué es el coaching? Quienes lo defienden y promocionan, no es mi caso, dicen que es un proceso de acompañamiento que busca la mejora competencial del individuo desde el autodescubrimiento. Es decir, el coach no da soluciones, ayuda a encontrarlas. Bajo este paraguas acaparador, a mi gusto limitado, se ofrece una eficacia cuestionable y un proceder escaso, que acaba recurriendo a otras técnicas psicológicas (visualización, programación por objetivos…) conformando un mix que sigue denominándose así, coaching, pero que confirma la tesis que intento defender, que el coaching es una moda usurpadora e intrusiva que no ha inventado nada y basa su éxito en una etiqueta poco molesta. Cada vez tengo más claro que el coaching es un parásito de la psicología.
Hablando en nombre de sus defensores, cosa que me supone un cierto esfuerzo, diré, que en un principio, al coach se le va a pedir que sepa preguntar, que sepa escuchar, que pueda ponerse en el lugar del otro con facilidad, que sea un buen observador y además, se caracterice por la rapidez mental para repreguntar desde el análisis de la respuesta que proporcione el sujeto, todas ellas, habilidades y capacidades que habitan en el territorio psicológico y por tanto demandables y exigibles al psicólogo. Y es ahí donde empieza el problema, tenemos algo que está al alcance de muchas personas, con procedencias diversas y distintas, que se intenta presentar como una profesión. Pero para que entiendan el disparate o la broma, imagínense a alguien que dice ser un interrogador personal, un busca grietas, un técnico de automóviles que sólo sabrá cambiar el limpiaparabrisas o las ruedas.
Pero la farsa no acaba ahí, ya estamos en la fase de la especialización, se habla de coaching personal, coaching deportivo, coaching educativo, coaching ejecutivo, coaching organizacional, bla, bla, bla y humo. Para mí y como ya he manifestado en otras ocasiones, el coaching es una puerta abierta para que personas sin una formación adecuada practiquen la psicología. Desde esa perspectiva, es inaceptable que cualquiera que se presente con la etiqueta de coach no pueda acreditar una licenciatura o un grado en psicología, eso también se llama intrusismo.
Mi crítica también la extiendo a aquellos colegas que aprovechando el momento del mercado, el de la oferta y la demanda, agregan a su profesión de psicólogo la coletilla de coach y colaboran en una promoción diferencial. Si es lo mismo, sobra la “y” más lo que sigue. No se pueden poner al mismo nivel, una ciencia y un artilugio, un área de conocimiento y una diminuta expresión de ese conocimiento, una profesión y una moda, las evidencias y los milagros, el reconocimiento y la tendencia. ¿Se puede hablar de psicólogo y coach al mismo tiempo?
Y por si fuera poco, la confusión, a la vez que lo propicio del momento, permite que haya personas que en nombre del coaching, practiquen el mentoring o el counseling, es decir, abandonando la esencia que pregonan se adentran en prácticas de ayuda más directivas, donde más que descubrir, se aplican los conocimientos y la guía que aporta el mentor, el consultor o el consejero para beneficiarse y mejorar. A mí me sigue pareciendo todo esto un disparate, una broma, coaching que no es coaching, coaching para todo, hacer una profesión de una actuación. A falta de que se regule el ejercicio profesional del psicólogo, se delimiten competencias y funciones, y las personas tengan claro a que profesionales dirigirse según que cosas, es necesario afirmar y dejar claro, que el coaching es a la psicología, como una hoja a un libro extenso o como el socorrismo a la medicina o como una piedra a una cantera.
No abandones la web sin escuchar la canción "Necesito un coach" de Víctor Lemes: https://www.youtube.com/watch?v=duXrY9YyNUI
Es bastante habitual describir o comentar un partido de fútbol refiriéndose a la actuación arbitral. Siempre ocurre, en algún momento del discurso aparecerá la figura del árbitro y a partir de ese instante centralizará todo nuestro pensamiento, el concepto funciona como un anclaje que evita cualquier otro rumbo. Todos nuestros errores y nuestras deficiencias de repente quedarán reducidas y explicadas por el arbitraje.
La verdad es que nos cuesta mucho prescindir de ciertas alusiones y nos cuesta poco magnificar la responsabilidad del árbitro. La justificación se centra en decisiones arbitrales de consecuencias muy negativas en la dinámica de nuestro equipo, “a partir de…..dejamos de hacer nuestro juego”, “si hubiera pitado la…….el resultado final hubiera sido otro”, “nos perjudicó constantemente”, “fue más tolerante con el otro equipo, a nosotros nos lo pitaba todo”…….Frases generalmente arbitrarias, caprichosas, carentes de fundamento, estadísticamente cuestionables y sujetas a interpretaciones interesadas.
A mí me gusta decir, que toda crítica o todo informe del partido debe hacerse prescindiendo de las referencias al arbitraje. Si aún no lo hacéis, intentarlo, puede resultar un interesante ejercicio. Cuando un entrenador es capaz de analizar un partido sin introducir comentarios y frases hacia el árbitro, demuestra haber alcanzado ese punto de madurez que lo habilita como experto en fútbol, lo contrario lo encamina hacia la caricatura. Es como si fuéramos al cine y después habláramos de las butacas.
No se entrena, ni se prepara un partido teniendo en cuenta los beneficios o los perjuicios de un arbitraje. Sobre el equipo podemos influir y ejercemos algún tipo de control, ¿sobre el árbitro? Todo esto debiera hacernos reflexionar y hacernos pensar que es mejor hablar de lo que hacemos, conocemos, nos corresponde y además es nuestra responsabilidad.
Por si la retórica no tuvo su efecto, señores técnicos, DEL ÁRBITRO NO SE HABLA.
Iniciamos una nueva sección, que alimentaremos con las novedades que nos lleguen, dirigida a los que creen en la formacion continua y además les apasiona este deporte. Con el tiempo y las opiniones que recibamos se transformará en un documento que colgaremos en el apartado correspondiente del menú Equipos (Equipos\Documentos). Por el contenido y su actualidad algunos pueden ser consideramos como imprescindibles, pensamos sobretodo en los que quieren crecer como entrenadores, fundamentar sus creencias y afianzar sus conocimientos. Como siempre antes de adquirirlo, pedir opinión, consultar indice y leer algún apartado para confirmar las expectativas y no errar en la compra.
Modelo de juego
M. Monteleone y M.A. Ortega. Fútbol: La construcción de un modelo de juego. Editorial Paidotribo. Barcelona 2015
Joaquín Lobón. Modelo de juego: estructura, metodología y aplicacion practica. Fútbol de Libro (FutbolDLibro). Barcelona 2014
Oscar Cano. El modelo de juego del Real Madrid con Mourinho. Fútbol de Libro (FutbolDLibro). Vigo 2013
Oscar Cano. El modelo de juego del FC Barcelona. Moreno y Conde Sports (MCSports). Vigo 2010
Jorge Castelo. Fútbol: estructura y dinámica del juego. INDE Publicaciones. Zaragoza 1999
Análisis del juego. Informes técnicos
Angel Vales. Fútbol: del análisis del juego a la edición de informes técnicos (3ª ed.). Moreno y Conde Sports (MCSports). Vigo 2014
Érick Mombaerts. Fútbol: Del análisis del juego a la formación del jugador. INDE Publicaciones. Zaragoza 2000
Entrenamiento. Periodización Táctica
Xavier Tamarit. Periodización táctica vs Periodización táctica: Vitor Frade aclara. Fútbol de Libro (FutbolDLibro). Barcelona 2013
Xavier Tamarit. ¿Qué es la “periodización táctica”?. Moreno y Conde Sports (MCSports). Vigo 2007