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    26 Octubre 2022

    Carta a Felipe

    Querido Felipe.

    Hoy es ese gran día, en el que una vez por temporada, nos reunimos toda la familia salguista. Ese día, en el que tu voluntad año a año se imponía, y la enfermedad caía derrotada y obligada a darte un respiro. Por eso sabemos, que, aunque no te podamos ver, acabaremos percibiendo tu presencia, y nos costará muy poco imaginarte junto a Carmona, intentando arreglar los desajustes, hablando con los entrenadores, apaciguando a los más pequeños y asegurando ese orden en el campo de fútbol, que lucha contra una contagiosa impaciencia que quisiera acortar la presentación.

    Nos duele no haber podido decirte en vida, todo aquello por lo que te estamos agradecidos, y por ello, con cierto sabor a deuda, adquirimos el compromiso de hacer todo lo posible porque tu legado perviva. Hombre de club, defensor de la Escuela y la formación, gran valedor de las categorías inferiores. Siempre pensaste que debíamos crecer por debajo, que nuestra fuerza debía residir en el fútbol 8, que el esfuerzo y las facilidades había que ponerlas al servicio de los más pequeños. En ocasiones buscabas cifras que pudieran reflejar un futuro prometedor y preguntabas ¿cuántos querubines tenemos?, ¿ya se han completado los tres equipos prebenjamines?

    Tu valía personal te hacía único y tu actitud te hacía diferente. Incansable lector, poeta en la intimidad, amante de la música clásica, de la verdad y de la precisión de la palabra. No olvidaremos esas tardes en las que hablábamos de polipastos, poleas compuestas, de mecánica, del comercio marítimo o de escritores poco conocidos. Para algunos, pudiste aparecer como uno más, pero para quienes llegamos a conocerte, sabíamos que ERAS MUCHO MÁS QUE UNO. Culto y humilde a la vez, sencillo y profundo, honesto y honrado, leal y solidario, justo y comprensivo, con criterio y al mismo tiempo respetuoso con la discrepancia.

    Querido amigo, GRACIAS por haber permitido que te conociéramos y haber enriquecido nuestras vidas. GRACIAS por contagiarnos tu optimismo. GRACIAS por mostrarnos que se puede hacer frente a la adversidad y MUCHAS GRACIAS por marcarnos un norte en nuestra brújula vital. Hoy más cerca que nunca y siempre en nuestros corazones.

    LA JUNTA DIRECTIVA

     

    Publicado en Noticias

    El momento que toda la Escuela esperaba, ha llegado. Nos referimos a la única fecha del calendario deportivo en la que se da cita a todos los jugadores y familiares del Club.

    El lunes 24 de octubre a las 19:00 tendrá lugar la presentación de la Escuela en nuestras instalaciones (campo de Fútbol Municipal Sant marcel.li). Como en otras ocasiones, se citará a todos los jugadores y acompañantes a las 18:30, media hora antes del inicio previsto.

    Recordatorio:

    • Fecha:                      Lunes 24 de octubre
    • Hora citación:            18:30
    • Hora inicio:                19:00
    • Equipación requerida: 1ª equipación de juego para presentación y foto, y alguna prenda de abrigo "oficial" (chándal, sudadera...).
    • Lugar:                       Campo de Fútbol Municipal Sant Marcel.li

     Todos los que nos visiten serán bienvenidos.

    Amunt SALGUI

     

    Publicado en Noticias

    Se habla de una sociedad conectada, en red, en la que el desplazamiento y la presencia física ya no son necesarias, se compra, se mira y se habla desde terminales. Esta nueva situación junto a la necesidad de sentirse vivo, está generando nuevas problemáticas, nuevas adicciones. La cantidad, la frecuencia, el periodo de tiempo pueden ser conceptos que marquen la frontera entre el uso y el abuso. Algo es uso y mucho puede constituir abuso. Del abuso a la dependencia y de la dependencia a la adicción (dependencia y tolerancia).

     ¿Cómo podemos detectar que alguien transita por la senda del abuso?, de forma esquemática y breve diremos:

      ·     Empieza a constatarse una pérdida de control sobre el uso del objeto, cada vez necesitamos más tiempo, no permitimos otras demandas y nos sentimos mal si no estamos conectados o utilizando el aparato.

      ·     Ese uso excesivo no deja realizar otras actividades implantadas e importantes en la vida del sujeto, como estudiar de forma óptima, relacionarnos presencialmente con los amigos y amigas, convivir con la familia y disfrutar de otras formas el tiempo libre.

    Las consecuencias son: (1) empeoramiento del rendimiento académico, laboral o deportivo; (2) empobrecimiento de las relaciones amistosas y familiares, relaciones interpersonales de peor calidad; y (3) labilidad emocional, mal humor, irritabilidad.

    Pero tan importante como la detección es el que hacer. Muchas personas se sienten incapaces de ayudar o de proponer alguna actuación que mejore la vida del sujeto, que puede ser un hijo/a, un amigo/a o un familiar. Pero esto no debe desanimarles, ni tampoco debe llevarlos a la infravaloración, porque se trata de un tema complejo y por tanto “profesional”, y aunque nos gustaría, no estamos preparados para resolverlo todo. No obstante, y a pesar de la brevedad que el artículo impone, quisiera finalizar con dos propuestas, una preventiva y otra como inicio de algo nuevo.

    Con respecto a lo preventivo y en relación con la familia, decir: enriquecer la vida de vuestros hijos, que no dependan de un único interés, ampliar sus expectativas, que incorporen el futuro en su existencia. ¿Qué quiero decir?, que, si les gusta jugar, hacer deporte, leer, escuchar música e ir al cine o teatro, mejor que si sólo practican deporte. Un amplio horizonte ayuda a diversificar los usos y no recurrir al abuso. La idea es: “algo de mucho frente a mucho de poco” o “diversidad frente a unicidad”.

    En cuanto a empezar algo, también en el ámbito familiar, buscar el consenso y establecer límites al uso, por ejemplo, se establece un lugar común en la casa para el depósito de los móviles, dónde puedan ser vistos sin ninguna dificultad y a partir de ahí, se establecen los criterios de uso, como: (1) los móviles quedarán aparcados durante las comidas, los tiempos de trabajo o estudio o durante aquellas actividades que requieran atención; (2) si no hay urgencias, los móviles sólo se usarán en el tiempo libre o de ocio. Eso podría suponer permitir responder a las llamadas (voz), pero no utilizar los servicios añadidos de datos en esos tiempos o actividades a las que me he referido .

    Para finalizar y cómo siempre, no dejar que os lo cuenten, interesaros activamente y a través de la lectura y el dialogo ampliar vuestro conocimiento y vuestro dominio de las situaciones.

     

     

    Publicado en Padres
    4 Febrero 2019

    Negligencia por "AMOR"

    Es de actualidad permanente el tema de la educación de los hijos, el de las conductas paternas que no contribuyen a un desarrollo saludable, en el doble sentido, de saludar el acierto y evitar problemáticas emocionales. Cuando hay una deficiencia, una falta de cuidado, una inadecuación en la ejecución de algo, podemos hablar de conducta negligente.

    Para esta temática quiero recomendaros la lectura del libro “Necesidades en la infancia y en la adolescencia” del profesor Félix López Sánchez de la Universidad de Salamanca y me referiré a un capítulo del libro como muestra de lo que podemos obtener. En el capítulo 5: “Una condición muy necesaria en la actualidad: la disciplina, la exigencia de límites, la socialización educativa y cívica”, se plantea la pregunta ¿estamos fracasando en la socialización de las nuevas generaciones?, y todo porque muchos educadores, padres y adultos perciben la pérdida del control sobre los menores, cómo demostrarían, hechos cómo, no poder influir en la desmotivación hacia los estudios, la falta de colaboración en las tareas domésticas, la ausencia de valores sociales, el vandalismo, las adicciones, la búsqueda del placer fácil, la ausencia de esfuerzo para las actividades propias de la edad.

    De todo lo que este autor dice, quiero fijarme y reclamar vuestra atención, en un subapartado que el profesor López Sánchez titula, “La negligencia y el ‘dejar hacer’ como forma de disciplina” y dentro de ese apartado quiero llevaros a lo que él llama “negligencia por amor o falsas creencias educativas”. Se trata de un término inteligente que fija el interés en el exceso, argumentable con ideas como "quiero tanto a mis hijos que haré todo lo que esté en mis manos para evitar que conozcan la infelicidad". Lo que no saben los padres, lo que desconocen, porque forma parte de su futuro, es que no ser infeliz equivaldrá con el tiempo en hacer infelices a los demás, entre los que se encontrarán ellos mismos.

    Los humanos no nacemos totalmente desarrollados y preparados para vivir independientemente, necesitaremos durante bastante tiempo de los cuidados y asistencia de los padres, lo que alimenta un sentido de la protección, en muchos casos exagerado. Por otra parte, las sociedades avanzadas y democráticas critican duramente las prácticas autoritarias de todo tipo, los padres muy permeables a estas ideas y cegados por el amor a los hijos, han adoptado en muchos casos prácticas de crianza muy permisivas. El profesor López Sánchez destaca la interiorización de algunas falsas creencias, como las siguientes:

    ·         “La infancia es un periodo para gozar, no para hacer esfuerzos”. Todo ha de ser "por las buenas", convenciendo, dialogando en exceso  y, todo basado en lo que les interese. Siguiendo esa premisa, a los padres les desagrada y no pueden soportarlo, verlos tristes o enfadados. Los niños aprenden a obtener sus caprichos resistiéndose y poniendo las cosas difíciles, saben hasta donde llegar y cómo hacerlo.

    ·        “El castigo es malo, es mejor premiarles”. No sólo se niega el uso del castigo, sino que además se tiende a no poner normas, ni vigilar el cumplimiento. Lo paradójico con esta idea, es que ni se castiga ni se premia lo que toca, entramos en un caos educativo, que suele resolverse bajo la tiranía del menor, que en casos extremos fija hasta lo que se come o se tiene que comprar.

    ·         “No quiero que a mis hijos les falte nada”. Es como una declaración de podéis pedirme lo que queráis, llamar al consumo y a la abundancia no va a ser un problema. Si lo tiene Pepito los papas te lo compran. Nos quejamos de que no se entretienen con lo que tienen, viéndolos "zapear" de un juguete a otro como quien cambia constantemente de canal.

    ·         “Si se les castiga en el Colegio, deben garantizarse el derecho del menor y de los padres”. Pasarela a la superprotección, de la educación de mis hijos me ocupo yo, que no se le ocurra al maestro hacer llorar a mis hijos…….Hemos pasado de la confianza a la denuncia y la amenaza. 

    Como siempre, la intención de forzar cierta reflexión, que contribuya a fundamentar vuestras convicciones. Por una educación que nos haga inteligentes, humildes, honestos y solidarios.

    Artículo inspirado y fundamentado en el libro: (López Sánchez, F. (2008). Necesidades en la infancia y en la adolescencia. Respuesta familiar, escolar y social. Madrid: Pirámide). Se sigue el texto con anotaciones literales.

    Publicado en Padres

    ¿Por qué Ter Stegen prefiere el verde?, ¿por qué Keylor Navas también lo utiliza?, ¿qué color suele utilizar Neuer?, ¿qué buscaba Higuita con sus equipaciones extravagantes?, ¿por qué algunos se deciden por el amarillo? ¿Son preferencias personales o esconden alguna otra razón?, el mundo del fútbol puede parecer superficial, pero el negocio que mueve determina que pocas cosas se dejen al azar. ¿Podría ser la equipación de los porteros una de esas cuestiones que nunca pasan desapercibidas, ni quedan desatendidas?

    No hace mucho tiempo, las cosas eran distintas, quizás más sencillas y simplificadas y el color de elección para los porteros siempre era el negro, un portero que no vistiera de ese color, podría ser considerado un intruso o un extravagante, pero se trataba de una opción que no podía darse.

    En la actualidad todo parece haber cambiado, y aunque hay colores que se ven más que otros, la variedad parece ser la norma. La lógica parece apuntar que cada cual tendrá una preferencia, y en esa diversidad podría darse cualquier color. Pero, haciendo un esfuerzo extra, creo que las cosas no son tan evidentes como parecen. La tesis que mantengo, no confirmada ni estudiada, es que la equipación del portero puede buscar conscientemente la confusión del delantero, y que todas las opciones posibles se reducen a tres, a saber:

    • Equipación verde: el verde es el color del césped, por tanto el portero que decide vestir así puede estar buscando la mimetización con el terreno de juego, que el delantero ante tanta saturación de color, no llegue a ser consciente de la posición del portero. Cuando el verde es dominante, la sensación de portería vacía se presenta como una posibilidad para el delantero. En ese caso y ante esa confusión, es muy probable que sin saber muy bien porque, la pelota acabe en las manos del portero. Utilizan este color los porteros de los grandes equipos, Madrid, Barcelona, Bayer, aunque no siempre.
    • Colores llamativos: aquí la interpretación es la contraria al caso anterior, porque lo que se busca es sobresalir sobre el resto de estímulos que tenga al alcance el delantero. Una equipación amarilla o rosa o multicolor puede conseguir que el delantero cuando mire a portería sólo vea a un jugador que concentra toda su atención y ese jugador es el portero, lo que dificultará su toma de decisiones, por perjudicar su percepción. ¿Qué pensaba un delantero cuando se dirigía a la portería que defendía René Higuita?, ¿es posible que no viera puerta?
    • Otros colores: esta es la opción para el resto de colores, el cajón del resto. En este apartado podríamos colocar el azul combinado con distinta tonalidad, los negros con gris, los bicolores, etc. Aquí el portero elige por estética, sentimientos, por cambiar. Podrían decir, es el color que más me gusta, es el color con el que debuté en primera división, es el color que se utilizaba en la escuela en la que empecé, etc. En este caso, tras el color elegido esta la decisión más personal, no hay asesoramiento psicológico, no hay determinación de la marca o el fabricante, sólo hay decisión del interesado por razones que solo el interesado conoce.

    Para terminar, deciros, que el artículo permite tomárselo en serio o no, pensar que algo se puede hacer con el color o que no es necesario. Puede ocurrir que simplemente lo leas sin disparar la imaginación, eso querrá decir, que estos detalles no determinan el éxito o el fracaso en un partido, no los consideras tan determinantes. Si por el contrario, empiezas a pensar en un color para tus porteros o en color para ti o tu compañero, habrás entrado en el mundo de lo analítico, un nuevo dolor de cabeza para tu existencia.

     

    Publicado en Técnicos y Jugadores

    Se entiende por muerte súbita en deporte, aquella que acontece de forma inesperada, sin antecedentes que la señalen, y durante el ejercicio físico o poco después. Generalmente destapa algún problema cardiovascular, una malformación o un funcionamiento anómalo, una coincidencia inesperada que reunirá todos los factores adversos que un corazón pueda soportar.

    Aunque la relación causal entre la práctica deportiva y la muerte súbita sigue siendo un tema de estudio, ciertos datos apuntan a una cierta correlación, parece haber un mayor riesgo entre los practicantes de la competición y además el número de sucesos es significativamente mayor entre deportistas que en no deportistas. Diferentes estudios sitúan la muerte súbita asociada al deporte “entre 0,5 y 3 por 100.000 personas/año” (Sitges y cols., 2013, p. 36).

    Ante la actualidad del tema por el fallecimiento del jugador cadete de la UD Alzira, Nacho Barberá, queremos resaltar algunas consideraciones a modo de propuestas:

    • Consultar o visitar al especialista ante sintomatología que se identifique y se extrañe por inhabitual, como dolor torácico, fatiga desproporcionada en relación al ejercicio, presión arterial elevada, dificultades para recuperar la frecuencia cardiaca normal después del ejercicio....
    • Realizar reconocimientos médicos de aptitud para la práctica deportiva de forma periódica (anual) que implementen un ECG para la detección de algunas de las cardiopatías relacionadas con la muerte súbita.
    • Formar a los técnicos o a las personas que más tiempo pasan en las instalaciones deportivas (delegados) en reanimación cardiopulmonar.
    • Mantener adecuadamente, garantizar su funcionamiento y disponer en lugares visibles, accesibles a la vez que alejados de las zonas de mayor paso, los equipos desfibriladores automáticos externos (DAE).

    Al final de todo, deberemos conjugar la anticipación y la aparición, la prevención y la actuación, las medidas preventivas con las intervenciones eficaces y rápidas. ¿Es posible una competición saludable?, ¿a que organismos les corresponde velar por una practica deportiva que no ponga en riesgo la vida del deportista?, ¿al Club?, ¿la federación?, ¿la Mutualidad de deportistas?, ¿la Consellería de Sanitat i Salut Pública?

    El debate está servido, no dejemos que la actualidad marque muestras necesidades. Demos soluciones y pasemos a otra cosa.

    Referencias bibliográficas:

    Sitges, M. y cols. (2013). Consenso para prevenir la muerte súbita cardíaca de los deportistas. Apunts Medicina de l'Esport, 48(177):35-41. Elsevier Doyma: Barcelona

    Publicado en Noticias

    Entre los diversos tándems, que pueden aparecer en los sucesos y estudios sobre violencia en el deporte y en relación con el arbitraje, se encuentran los de jugador-árbitro (terreno de juego), técnico-árbitro (terreno de juego) y padres-árbitro (grada), otros son, jugador-jugador (terreno de juego), técnico-jugador (terreno de juego), padres-padres (grada), padres-jugador (grada). Hago esta distinción inicial, porque desgraciadamente, en las últimas fechas, han adquirido mayor relevancia los primeros. La violencia se activa cuando una de las partes despierta el instinto protector en los otros, los jugadores pueden disputar el encuentro inmersos en las incidencias que ellos conocen y experimentan permanentemente (faltas, interrupciones....), pero el técnico o la grada pueden no verlo desde el prisma de la normalidad, iniciándose una escalada de despropósitos y focalización extrema en el arbitraje.

    El deporte es una actividad reglada, lo que implica, que sin normas, ni persona o personas que juzguen, valoren y sentencien no sería posible. Estas personas deciden sobre las trasgresiones de la norma, son los responsables de la ejecución del reglamento, hacen valer la honorabilidad de los contendientes, pero también, son las personas a la que más se le exige y más se le denigra en una competición deportiva, y esto tiene que ver con las características que les atribuimos, con lo que esperamos de ellos y fundamentalmente con su principal función, la aplicación de la justicia, tomar decisiones en función de un reglamento, sancionar. La percepción de injusticia es un disparador de ira y enfado.

    En el ámbito del arbitraje todo se desproporciona. Cuando el punto de mira se pone sobre el árbitro, esto es lo que exigimos: debe tener buena condición física y psicológica, buena velocidad de reacción, buena memoria visual, conocer bien el reglamento, saberlo aplicar, ser justo, imparcial, equilibrado, firme, amable, debe tener carácter, coraje, valentía, coherencia, ser consistente en el juicio, sobrio, creíble, modesto, honesto, integro, debe comunicar bien, debe saber gestionar el conflicto, ser respetuoso, debe saber evitar la confrontación, no ser brusco, tener buen trato con el deportista, etc.

    Para ser padre no hay condiciones, incluso los más permisivos indican que no hay manual de instrucciones, se hace lo que se puede. A los jugadores se les permite y se les justifica, jugar a fútbol no es fácil, le botó mal el balón, no lo vio, era difícil, la idea era buena…..pero con el árbitro la historia cambia, queremos que sea un buen deportista, tenga buena presencia, sea modelo, se comporte como un educador y en definitiva sea una persona excepcional, porque les pedimos muchas cosas (valentía, imparcialidad, coherencia…..) y que todas las haga bien. Es muy injusto, que a unos no se les pida nada, a otros se les disculpe y a los últimos se les persiga.

    Para los que quieran pensar, en el fondo de todo, no está la pasión, está la irracionalidad. El jugador y el espectador de fútbol, generalmente, muestran su cara más parcial, se convierten en personajes que viven el fútbol en su versión monocroma, monocolor, sólo se interesan por un color, el suyo. Son seres poco empáticos, no hay más realidad que la propia, lo que veo es lo que es, lo que pienso me define. Nos persiguen, nos perjudican, nos atropellan, nunca somos causa de nada. En ese mundo reducido y unicoloreado, es fácil discrepar, es fácil enfadarse, es fácil gritar, es fácil insultar y es fácil golpear. La emoción moviliza, pero la razón debe guiarnos. Mucho antes de pedir perdón, detén a la bestia, date un tiempo, reflexiona, objetiva, toma consciencia del momento, en definitiva, valora y respeta a todos aquellos que hacen posible que muchas veces, presenciar un partido de fútbol, sea un verdadero placer. El día que consigas no referirte al árbitro durante y después de un partido, estarás en condiciones de formar parte de ese grupo de privilegiados que disfrutan del fútbol siempre, gane o pierda su equipo.

     

    23 Marzo 2017

    Alevin E

    Publicado en Fútbol 8

    Se dispara la demanda de coachs. Abonan esta situación, algunos programas de TV, algunas empresas, algunos directivos, algunas federaciones deportivas y algunos deportistas. Estas peticiones es muy probable que no se fundamenten en el conocimiento, sino que más bien respondan al descubrimiento de algo aparentemente novedoso que trabaja lo personal sin el estigma que acompaña a la psicología. No es lo mismo, ni tiene el mismo impacto, decir tengo coach, signo de modernidad, que tengo psicólogo, informe o proclama de candidato a loco o trastornado, que genera dudas para la dirección de su vida y de cualquier organización en la que preste sus servicios. Trabajar con un coach se interpreta como apoyo de un colaborador y trabajar con un psicólogo muestra debilidades y deficiencias, absurdo pero cierto.

    Pero, ¿qué es el coaching? Quienes lo defienden y promocionan, no es mi caso, dicen que es un proceso de acompañamiento que busca la mejora competencial del individuo desde el autodescubrimiento. Es decir, el coach no da soluciones, ayuda a encontrarlas. Bajo este paraguas acaparador, a mi gusto limitado, se ofrece una eficacia cuestionable y un proceder escaso, que acaba recurriendo a otras técnicas psicológicas (visualización, programación por objetivos…) conformando un mix que sigue denominándose así, coaching, pero que confirma la tesis que intento defender, que el coaching es una moda usurpadora e intrusiva que no ha inventado nada y basa su éxito en una etiqueta poco molesta. Cada vez tengo más claro que el coaching es un parásito de la psicología.

    Hablando en nombre de sus defensores, cosa que me supone un cierto esfuerzo, diré, que en un principio, al coach se le va a pedir que sepa preguntar, que sepa escuchar, que pueda ponerse en el lugar del otro con facilidad, que sea un buen observador y además, se caracterice por la rapidez mental para repreguntar desde el análisis de la respuesta que proporcione el sujeto, todas ellas, habilidades y capacidades que habitan en el territorio psicológico y por tanto demandables y exigibles al psicólogo. Y es ahí donde empieza el problema, tenemos algo que está al alcance de muchas personas, con procedencias diversas y distintas, que se intenta presentar como una profesión. Pero para que entiendan el disparate o la broma, imagínense a alguien que dice ser un interrogador personal, un busca grietas, un técnico de automóviles que sólo sabrá cambiar el limpiaparabrisas o las ruedas.

    Pero la farsa no acaba ahí, ya estamos en la fase de la especialización, se habla de coaching personal, coaching deportivo, coaching educativo, coaching ejecutivo, coaching organizacional, bla, bla, bla y humo. Para mí y como ya he manifestado en otras ocasiones, el coaching es una puerta abierta para que personas sin una formación adecuada practiquen la psicología. Desde esa perspectiva, es inaceptable que cualquiera que se presente con la etiqueta de coach no pueda acreditar una licenciatura o un grado en psicología, eso también se llama intrusismo.

    Mi crítica también la extiendo a aquellos colegas que aprovechando el momento del mercado, el de la oferta y la demanda, agregan a su profesión de psicólogo la coletilla de coach y colaboran en una promoción diferencial. Si es lo mismo, sobra la “y” más lo que sigue. No se pueden poner al mismo nivel, una ciencia y un artilugio, un área de conocimiento y una diminuta expresión de ese conocimiento, una profesión y una moda, las evidencias y los milagros, el reconocimiento y la tendencia. ¿Se puede hablar de psicólogo y coach al mismo tiempo?

    Y por si fuera poco, la confusión, a la vez que lo propicio del momento, permite que haya personas que en nombre del coaching, practiquen el mentoring o el counseling, es decir, abandonando la esencia que pregonan se adentran en prácticas de ayuda más directivas, donde más que descubrir, se aplican los conocimientos y la guía que aporta el mentor, el consultor o el consejero para beneficiarse y mejorar. A mí me sigue pareciendo todo esto un disparate, una broma, coaching que no es coaching, coaching para todo, hacer una profesión de una actuación. A falta de que se regule el ejercicio profesional del psicólogo, se delimiten competencias y funciones, y las personas tengan claro a que profesionales dirigirse según que cosas, es necesario afirmar y dejar claro, que el coaching es a la psicología, como una hoja a un libro extenso o como el socorrismo a la medicina o como una piedra a una cantera.

    No abandones la web sin escuchar la canción "Necesito un coach" de Víctor Lemes: https://www.youtube.com/watch?v=duXrY9YyNUI

     

    Veamos algunas actitudes y circunstancias que acaban generando conflictos y/o malas relaciones entre dos colectivos importantes en las vivencias de los jugadores, los padres y la dirección de la Escuela. Se sabe, que cuando la actitud en los padres persiste y se instalan en su visión negativa de todo, el pronóstico es una búsqueda continua de Escuelas hasta encontrar aquella que satisfaga sus deseos, cosa improbable e innecesaria. Recordamos que para la parcela técnica sólo hay un entrenador, es difícil dirigir un equipo por consenso colectivo. Veamos algunos casos.

    Objetivo: ser jugador profesional

    Aspiración paterna: destacar.

    Primera historia: Juan es un jugador físicamente fuerte, su padre quiere que juegue de delantero y su entrenador aprovecha sus virtudes situándolo en punta. Sus compañeros le pasan todos los balones que pueden y el equipo gana. Juan mete muchos goles, todos están muy contentos, pero su aprendizaje está hipotecado por la rigidez de su juego. El éxito temprano le está haciendo pagar un precio excesivo, no desarrollar otras habilidades técnicas y tácticas.

     El resultado no puede ser el único indicador de progreso. Buceta dice: “no hay predictores de futuro deportivo o de éxito futuro, pero algunos son mejores que GANAR”, y cita:

     1.    Sus futuras condiciones físicas (altura, velocidad, flexibilidad….).

    2.    Su facilidad para asimilar los recursos técnicos que se requieren en la elite para conseguir precisión, profundidad, acierto…….

    3.    Su inteligencia táctica o capacidad para leer el juego y tomar decisiones apropiadas, arriesgar o actuar con prudencia.

    4.    Su ambición en relación con el coste que quiere asumir (sacrificio y esfuerzo).

    5.    Su tolerancia a la frustración y a los contratiempos. Su gestión del éxito y el fracaso.

    Objetivo: ser jugador profesional

    Aspiración paterna: ganar, ganar y ganar.

    Segunda historia: Juan es un padre ganador, dice que no le gusta perder ni al parchís. Esta actitud se la está transmitiendo a su hijo Juanito. Si quieres ser alguien en la vida tienes que ser el mejor. Sin querer Juan le está inculcando a Juanito que el valor personal te lo da el éxito profesional, si ganas, vales y si no ganas, no eres nadie. Como consecuencia de esta creencia, Juanito cuando pierde, llora, se enfada, se siente un inútil, no quiere hablar con nadie. Juan además suele decirle que son muy malos, que vaya mierda de equipo. Sábado si y sábado también, tenemos un drama y hacer del juego un suplicio no ayuda. Al final puede que Juanito se replantee seguir jugando a fútbol, la ilusión de su padre.

     Sería importante que JUAN reflexionara sobre su actitud, y debe saber, que:

     1.    En estas edades, la competición es una actividad más del proceso formativo, deportivo y humano. Es un medio, no es un fin. No entrenamos para competir, la competición forma parte de nuestro entrenamiento.

    2.    Con demasiada frecuencia los deportistas son usados para satisfacer las aspiraciones de los adultos. Generalmente se compite por el ego del Club, del entrenador o de los padres.

    3.    Cuando se compite para ganar, se utilizan las estrategias de los mayores, se imita a los profesionales, controlar el balón, evitación del riesgo, lo hacemos todo muy adulto, prescindimos de aquellos elementos que nos hacen crecer, como la creatividad, la audacia, el riesgo, estamos limitando el crecimiento de los chavales.

    Objetivo: ser jugador profesional

    Aspiración paterna: entrenar siempre al máximo.

    Tercera historia: Juan es un padre muy preocupado por el futuro de su hijo y le gustaría que las cosas sucedieran con más rapidez. Juanito tiene 7 años y Juan cuando lo mira ya lo ve jugando en la SUB-17. Comenta los partidos, analiza los entrenamientos, el tiempo de trabajo, los descansos, el tipo de ejercicios. Ha llegado a un nivel de exigencia, que casi nunca está de acuerdo con lo que se hace. Pocas cosas le parecen bien y él siempre se queda con ganas de más. Le dijeron que era una buena Escuela, y ahora se siente defraudado y de alguna forma engañado.

     Sería importante recordarle a JUAN, que:

     1.    Los entrenamientos no se miden sólo por lo físico y el cansancio que generen.

    2.    Es difícil juzgar como entrena un equipo si no se conoce el Plan Global y los objetivos de la sesión y los ejercicios. Desde la grada esa información es inalcanzable.

    3.    El entrenamiento no es un espectáculo, no se programan las sesiones para entretener a la grada. Podrá haber más trabajo o menos en función del interés del entrenador, del momento de la temporada, la proximidad de la competición, del Plan, etc.

    4.    Ejercer de crítico también exige serlo con uno mismo, ¿me mueve la objetividad?, ¿estoy siendo justo?, ¿se de lo que hablo?, ¿puedo juzgar con el conocimiento que tengo?, ¿me estoy precipitando?......

     

    Texto extraído e inspirado en el libro “Mi hijo es el mejor y además es mi hijo” del psicólogo y profesor de la UNED José María Buceta (Ed. Dykinson).

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