En la semana fallera, libre de entrenamientos y partidos, el Ayuntamiento de Valencia ejecutó el asfaltado del aparcamiento oeste del campo de fútbol. Se trataba de una reivindicación antigua, que tanto el San Marcelino como nosotros, de forma conjunta e individual, habíamos trasmitido a la dirección de la Fundación en diversas ocasiones.
Festejamos todas las mejoras que reviertan en la accesibilidad y los servicios que deben prestar unas instalaciones deportivas modernas, y continuaremos poniendo el foco en aquellas necesidades que todavía no han sido atendidas, como el vallado perimetral de las instalaciones, el acceso desde el Parque de La Rambleta y el equipamiento higiénico sanitario.
¿Está cambiando algo en los deportistas?, ¿sigue el fútbol protegiendo de prácticas no saludables? La respuesta más extendida, porque posiblemente sea la que se quiera creer y la que se mantiene asentada en los recuerdos de otros tiempos, es que el deporte favorece una vida sana, alejada de malas practicas y adicciones.
Todos tenemos ejemplos de deportistas que no fuman, no beben alcohol, cuidan su alimentación y respetan sus necesidades de descanso. También conocemos casos de deportistas que no se cuidaban tanto y suplían sus carencias con valentía y carácter, todos los conocían y sus acciones les definían, un exceso que sin ninguna duda aparecerá con el paso del tiempo.
Lo preocupante ahora, lo que empezamos a ver y no podríamos decir que es una práctica muy extendida, porque carecemos de cifras y de estudios que nos alerten, es que algunos deportistas, no temen realizar conductas de riesgo. Extienden sus fiestas todo el tiempo que pueden, fuman todo lo que se quema, beben todo tipo de alcohol, no descansan lo necesario y no cuidan su alimentación.
¿Qué puede haber detrás de estas conductas nocivas?, varias cosas, una podría ser la falta de supervisión y control de los padres, otra la impulsividad y la búsqueda de sensaciones que la adolescencia promueve por la inmadurez cerebral y la más preocupante, la creencia de que el deporte me proporciona esa fortaleza que me protegerá de los abusos y adicciones. Como soy deportista, estoy mejor preparado, estoy más fuerte que los demás y los abusos no le pueden afectar a mi cuerpo.
Si les suena la parte negativa a la que hemos aludido, infórmense y busquen ayuda.